Es sabida la importancia que tiene el agua en la vida de las personas. Gran parte de nuestro cuerpo es este maravilloso líquido. Ya antes de nacer, en la tripa de la madre, nuestros primeros momentos los pasamos envueltos en líquido.
Desde pequeños y pequeñas aprendemos la importancia que tiene el agua, para saciar la sed, para lavar la cara, las manos etc, para cocinar….
Las criaturas, la mayoría al menos, muestran interés por el agua, es decir, si el grifo está abierto, suelen querer tocar el agua, al ver un charco suelen querer chapotear, al ver algún lugar donde el agua este estancada, suelen querer echar objetos….
Los aprendizajes significativos que surgen con el agua, les ofrece recursos para el futuro y de una sesión a otra, ese aprendizaje, les da la oportunidad de unirlo a uno nuevo. Con el taller de agua, trabajamos varias áreas de desarrollo, es decir, partiendo del principio de que la criatura es una globalidad, se trabajarán el área física, la de expresión, la afectiva, la social y la cognitiva; volumen, transformación de formas, capacidad de los recipientes, espuma, flotación y la no flotación, temperatura, elasticidad del agua, experimentación de los sentidos, sonidos diferentes del agua, sensaciones de la piel, llenar- vaciar, opción de crear proyectos comunes con los compañeros y las compañeras, aparición del simbolismo, expresividad… y un gran etc. Por lo tanto, nuestro objetivo en este taller, será disfrutar con el agua y también recibir diferentes situaciones que se forman hacia el agua.
La información recogida, nos da la posibilidad de adaptar o moldear las sesiones que realizaremos de aquí en adelante, de este modo dándonos la posibilidad de trabajar propuestas más adecuadas, enriquecedoras y concretas. La documentación que se recoge en la sesión, nos vale para situar a la criatura, es decir, mediante estas acciones (las que se desarrollan en pequeño grupo), tenemos la posibilidad de observar a las criaturas individualmente, poniendo nuestros esfuerzos en la individualidad de estas.
Así, tenemos la posibilidad de reparar en los detalles y en las características individuales de cada criatura, ofreciendo un entorno tranquilo y atractivo organizado previamente con mimo. Las acciones elaboradas en una sesión concreta, parten de los intereses de las criaturas, es decir, la persona adulta no toma parte de forma directa, sino que las criaturas construyen sus acciones, ellas solas.
Esto nos da una opción excepcional a las personas adultas, para reparar en la forma de aprender de las criaturas, y para diseñar ambientes y entornos diferentes según estos intereses, viendo a la criatura como persona activa y teniendo claro que es capaz de desarrollar, descubrir y desarrollar aprendizajes diferentes por sí misma.