TALLER DE BARRO

BUZTINA KATTUKA HAUR ESKOLA

El barro es un elemento básico que surge de mezclar tierra y agua, dos de los elementos esenciales de la naturaleza. El barro aporta sensaciones, y se puede modelar. Nos gusta porque las manos ensayan movimientos y principalmente porque este material permite expresar pensamiento, recuerdos y percepciones.

Definición:Es una mezcla semilíquida de agua y tierra o arcilla rojiza que se moldea, compuesta por sedimentos, partículas de polvo y arcilla. Los depósitos de barro se endurecen con el paso del tiempo o la cocción.

La importancia del barro y el agua en el control de esfínteres:Entrono a los dos años, surge un juego que es una referencia de que la criatura está a las puertas del control de esfínteres: comienzan a buscar recipientes para trasvasar agua de uno a otro. En este momento tenemos que facilitarle este tipo de materiales. El trasvase colabora en el dominio del líquido; a fuerza de repetir la actividad logrará que no se le caiga, que no se le vuelque, que no “se salga”, consiguiendo trasladar esta adquisición a su propio control. También se recomienda proveerlos de masa casera, barro o plastilina. Manipular este tipo de materiales es una actividad ideal para aprender el control de esfínteres anales.

En cuanto a la relación que despierta el barro en las criaturas más pequeñas…

  • Despierta y estimula todo el aparato sensorio-perceptivo: tiene aroma, textura, color y sabor. Esta estimulación indirecta que ofrece el barro, permite abrir los canales de aprendizaje, incorporando esquemas de acción con placer y trabajando así las cinco áreas del desarrollo de las criaturas de esta edad (Afecto y relaciones sociales, Cuerpo, Descubrimiento del entorno, Comunicación y Expresión).

  • Las características del barro permiten a las criaturas interactuar con la materia y crear nuevos proyectos o continuar los ya existentes.

  • El barro permite canalizar energías, sedando, tranquilizando, descargando tensiones a medida que se juega con esta materia el tiempo suficiente, el que las criaturas necesitan.

  • Facilita la creación infinita de formas y objetos, lo que lo hace un juguete vital para el desarrollo de la capacidad creadora.

La propuesta de juego. Taller.

Ofreceremos el barro en cantidad suficiente para satisfacer la acción de todas y cada una de las criaturas que participen en la propuesta.

Dispondremos el barro tanto en horizontal (plancha de barro) como en vertical (montaña de barro a la que le realizaremos un gran agujero). Dependiendo de la edad de las criaturas que acudan al taller, el barro estará sobre mesas o a una altura concreta para facilitar a las criaturas trabajar de pie, o sobre el suelo, en el caso de las criaturas lactantes, dado que su madurez motriz aún no les permite ponerse de pie.

También ofreceremos trocitos de barro de diferentes tamaños y formas (grandes, pequeños, redondos, cuadrados…).

La presentación del taller tiene intención. Es decir, las diferentes presentaciones del barro están distribuidas en distintas partes de la sala del taller ocupando todo el espacio, situando las partes que conforman la propuesta en distintos lugares, para que las niñas y los niños puedan moverse libremente por todo el espacio en busca de las experiencias que les estamos ofreciendo.

El taller de barro dispondrá de unos elementos concretos que faciliten que las criaturas participen de la experimentación con el barro. La propuesta será atractiva y ordenada, que invite a fijarse en ella con detenimiento. Al mismo tiempo que el barro, también dispondremos de diferentes herramientas u objetos intermediarios para que el acercamiento a la propuesta de barro no sea tan directa; debemos tener en cuenta que el barro mancha. Tiene una temperatura concreta, normalmente fresquita, y eso puede que no facilite el primer contacto de algunas criaturas. Entre estos objetos:

  • Herramientas de madera propias para modelar arcilla.

  • Cajas y pequeños recipientes; flaneras, vasitos, bandejas…

  • Cucharas metálicas y de madera.

A su vez ofreceremos materiales u objetos que les sirvan de apoyo en su acción y que amplíen y enriquezcan las posibilidades de juego:

  • Agua.

  • Trozos de barro seco.

  • Trapos húmedos.

  • Elementos de la naturaleza: ramitas, piedras, hojas, flores, frutos etc.

  • Elementos de la realidad cotidiana: botones grandes, palitos chinos, corchos, chapitas, tapas, cadenas, pinceles, cepillos de uñas, peines, animales de plástico.

¿Qué conseguimos con el barro y todos estos elementos?

  • En una primera fase, las criaturas investigan el comportamiento del material y como se transforma por medio de la acción, y luego empiezan a representar situaciones, acciones, elementos, objetos…

  • A nivel fisiológico, el barro y su manipulación fortalece los músculos de la mano y del antebrazo, desarrolla la motricidad fina y la coordinación mental-táctil-visual.

  • Propiciamos tanto el juego individual como el grupal entorno a la propuesta. Con el juego en grupo, permite asimilar espontáneamente valores humanos como la cooperación, la solidaridad, la convivencia…

  • Dejando actuar libremente, las criaturas logran realizar un proyecto propio, un objeto que ha surgido de su intención, desde su forma de crear, desde su individualidad o desde acuerdos a los que ha llegado el grupo, sin la interferencia impositora del adulto que da consignas para crear un objeto concreto. ¿Quién de nosotras y nosotros no ha hecho el típico cenicero para el aita en la escuela? Además siempre había alguien al que todo le salía perfecto (como decía el adulto) y a otro siempre le salía una chapuza. Parémonos a pensar cómo nos sentíamos en esa situación. El perfecto siempre presionado por lo que se espera de él y la frustración del que nunca le salía. Aquí reside la importancia de dejar actuar libremente; EL RESPETO a las creaciones.

  • Con los recipientes e introduciendo el algunos de ellos trozos de barro, se trabaja a nivel espacial. No es lo mismo que un objeto esté dentro que fuera de un espacio.

  • Las huellas. Todos los elementos de los que acompañamos la propuesta tienen una característica común; dejan huella. La huella es importante para las criaturas de esta edad dado que es la primera acción con intención o sin ella que transforma esta materia. Además cuando la acción de “dejar huella” es intencionada, la criatura está creando, está plasmando sentimientos, acontecimientos en el barro y las deferentes presiones que se pueden ejercer sobre él. Sabemos que para las criaturas pequeñas, sus manos representan una herramienta muy interesante y recurrente. Interiorizan la mano, su mano, la mano de la otra persona (estampación).

  • Asimismo, se trabaja el área cognitiva con diferentes conceptos; dividir la masa aporta sentido de la proporción, además del de número y cantidad. Las cadenas facilitan a las criaturas juegos de exploración de medida, recorridos, longitudes…

  • El barro seco junto con el húmedo, permite poder comparar mediante la manipulación, la plasticidad de la arcilla en estado húmedo y la dureza en estado seco.

  • La cantidad de objetos que se facilita es clave para que cada criatura encuentre el objeto o los objetos que le permitan acercarse al barro.

  • La montaña de barro y su agujero. Es importante este elemento, ya que permite introducir cosas dentro, traspasarlas de un lugar a otro, esconderlas… Además de permitir a las niñas y los niños acercarse y asomarse a él para encontrarse con el otro y con los demás.

  • El taller les ofrece la posibilidad de pulular, mirar, tocar, palpar, sentir, indagar… Necesitan tiempo para entender lo que este lugar les ofrece.

Elijamos como regalo para una criatura una bolsa de barro sin temor a equivocarnos y juguemos junto a ella.”

Francesco Tonucci.

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